Cómo mantener la motivación para escribir un libro romántico
La profesión de escritor es como una montaña rusa. Un día estás eufórica porque has escrito dos mil palabras del tirón y al otro estás deprimida porque consideras que lo que escribiste el día anterior es una mierda. No solo lo que es el oficio en sí está lleno de altibajos, también las expectativas de ventas o sentir que le hablas a la nada cuando posteas en las redes sociales afectan a tu motivación para escribir un libro romántico.
Para escribir necesitas estar alineada con tus emociones en la mayoría de los casos. Nuestro estado anímico influye en todos los ámbitos de nuestra vida y, por tanto, en la escritura. ¿Has intentado escribir comedia después de recibir una mala noticia? ¿O una escena romántica después de discutir con tu pareja?
1. Encuentra tu equilibrio
En un artículo anterior sobre lo que se necesita para ser una escritora profesional ya te comenté que, si quieres vivir de esto, no puedes solo escribir y desechar todo lo demás.
Escribir y construir una audiencia que quiera leerte van de la mano. No puedes dedicarle todo tu tiempo a la escritura dejando de lado lo demás.
Si solo escribes sin prestar atención al resto de tareas que debes hacer como escritora, te encontrarás con que nadie te conoce ni empatiza contigo ni tiene ningún interés en leer tu novela romántica. Solo las grandes escritoras pueden permitirse el lujo de postear de vez en cuando sin perder visibilidad.
No es para tomárselo a la ligera. Las redes sociales se retroalimentan: si publicas con frecuencia, te dan visibilidad; si te das un atracón y desapareces, se olvidarán de ti. La consecuencia es que bajarán tus comentarios, me gustas, etc. ¿Sabes qué pasará a continuación? ¡Exacto! La desmotivación se abrirá paso para convencerte de que ese esfuerzo no merece la pena.
Evítalo desarrollando una estrategia de contenidos. De verdad, créeme que solo te llevará un par de tardes y agradecerás el tiempo invertido.
El equilibrio te da seguridad.
2. Compárate solo contigo misma
Las comparaciones son odiosas, son como la ponzoña que se cuela en tus venas, intoxicándote, llenándote de pensamientos que no se ajustan a la realidad.
Siempre habrá escritoras que tengan más comentarios que tú en Amazon, más seguidores, más reseñas, más ventas, más lectoras, más de todo. Muchas veces esas comparaciones nos hacen infravalorar lo que tenemos y llevarnos a pensar que nuestro esfuerzo y trabajo no tienen recompensa. Para qué seguir entonces si no merece la pena, ¿no?
A veces estamos tan cegadas por llegar a la cima que perdemos de vista el camino. Solo pensamos en lo mucho que nos queda para llegar arriba sin mirar todo lo que hemos conseguido subir. Cada lágrima, miedo y esfuerzo que hemos depositado escalón a escalón.
Compararse con otras escritoras no tiene sentido. No sabes el esfuerzo ni el trabajo que han hecho para llegar a donde están. Solo puedes saber lo que tú has hecho y lo que vas a hacer para alcanzar tu sueño. Retarte a ti misma a ser cada vez mejor mantendrá alto tu nivel de motivación para escribir tu libro.
3. Confía en ti
La inseguridad forma parte del ADN de cualquier escritora. Plantearse cada x tiempo si vales para esto, si tus novelas son buenas, si emocionas, si transmites, si… es inevitable. Sobre todo cuando aspiras a tener tu propio lugar en esta profesión.
El síndrome del impostor está muy ligado a la falta de confianza en una misma. Puede ser porque te infravalores en comparación con otras escritoras que escriben mejor que tú, que tu última novela no haya vendido lo que esperabas y eso te haya desanimado o que tu trabajo en las redes sociales esté tardando en dar sus frutos.
Los malos resultados pueden hacerte creer que no vales para esto, que mejor que te dediques a otra cosa, que nunca lo conseguirás.
Si me hubiera dejado manipular por la inseguridad o mi miedo a no ser suficientemente buena, no estaría donde estoy hoy, no tendría mi escuela de cursos o jamás se me habría pasado por la cabeza grabarme en vídeo.
4. Mejor con amigas escritoras
Nadie que no se dedique a esta profesión puede entender tu desánimo ni tus bajones como una compañera. Poder hablar de tus inquietudes, de tus miedos y frustraciones sin que te miren como si estuvieras loca te da paz y tranquilidad.
Y no solo eso, sino que también puedes compartir tus ideas, ese argumento que no deja de darte vueltas y te impide dormir, ese personaje que te ha enamorado o esa escena que te ha bloqueado y no sabes cómo resolver.
Una de las mejores cosas que me ha dado la literatura es precisamente esta.
También puedes formar parte de un grupo mastermind en el que varias escritoras compartís vuestros trabajos e inquitudes.
5. Enfócate
Soy muy pesada con este tema, pero tener una rutina y un plan a mí me da la vida. Cada día sé qué tengo que hacer y cómo. Eso, aunque no te lo creas, te da seguridad, tranquilidad y, sí, motivación para escribir tu libro romántico. Porque cuando trabajas siguiendo unas pautas y teniendo claro a dónde vas, obtienes resultados y eso es lo que más te motiva para continuar.
Mantenerse motivada y que ese estado se sostenga en el tiempo no es sencillo. Lo sé bien porque ya llevo un buen puñado de años trabajando como escritora y sé lo difícil que es que no te afecten las malas críticas, la falta de reseñas o las ventas ridículas. Recoger tus ilusiones del suelo y levantarte otra vez para empezar de nuevo a veces es casi imposible.
Conseguir que esta motivación para escribir un libro romántico se mantenga solo depende de ti.